SAN LUIS
“Mi vida no vale la plata que se llevó. Me apuntó al estómago para matarme, sin decir una palabra”
La dueña de la distribuidora revivió cómo fueron los minutos de terror cuando un ladrón le disparó para arrebatarle una mochila con una cifra millonaria.
Claudia Puliafito le agradece a Dios, a cada rato, por estar viva. Ahora se recupera y por varias semanas tendrá que caminar con la ayuda de muletas. Una bala le atravesó el muslo de su pierna derecha, y la herida evoluciona bien.
El lunes antes de las 11 de la mañana un ladrón alteró el funcionamiento de la distribuidora de la Coca Cola, ubicada en Juan Gilberto Funes y Constitución; y lo más grave, casi mató a dos personas.
“Mi vida no vale la plata que se llevó, me apuntó en el estómago para matarme y después me dio en la pierna”, revivió Puliafito en declaraciones a El Chorrillero.
El ladrón la sorprendió cuando ella ya estaba sentada en la camioneta. No le dijo nada, solo quería la mochila con el dinero que iba a depositar al banco.
La Policía cree que hubo un entregador: el malviviente sabía que iban a trasladar dinero ese día y en ese horario. Siguiendo esas sospechas ya se realizaron allanamientos en San Luis y La Punta; sin embargo la mujer no conocía hasta hoy detalles de la investigación: “No sé nada, me dijeron que están trabajando y que cuando tengan noticias me iban a llamar. Solo espero que encuentren algo o a alguien”.
En las últimas horas trascendió un video que muestra a los supuestos involucrados en el ilícito, riéndose y mostrando los fangotes de dinero que acababa de robar uno de ellos a los tiros. No está claro cómo se filtraron, pero las imágenes se viralizaron el miércoles por la tarde y causaron indignación. Pero más allá de eso, la Policía todavía no encuentra a los responsables. Se secuestraron celulares y también plata.
“No puedo decir que es la persona, no puedo culpar a nadie porque no lo vi. El que me robó no se sacó el casco nunca, se bajó de la moto y nos disparó sin decir nada”, dijo en relación a ese video que lo mostraron hasta los medios nacionales.
Pero no dudó en reconocer que cuando lo vio le causó impotencia: “No sé si fue él u otro, pero están festejado, cuando casi matan a dos personas. Es indignante por eso espero que la Policía pueda hacer su trabajo como corresponde”.
“Es una sensación que nunca la pasé en mi vida, hace 7 años que tengo la distribuidora, y nadie me había apuntado con un arma. Pensé que ahí iba a morir, y cuando me disparó no recuerdo más nada solo el dolor que no lo soportaba”. Así de dramático fue el momento donde Néstor Espinoza (el chofer del vehículo) también recibió un balazo que lo dejó tendido en la vereda. El hombre ya recibió el alta.
También contó que la bala tuvo orificio de salida, y aunque no me causó daños importantes en los músculos “la recuperación será larga”.
Ella nunca se resistió, pero el sujeto no le tuvo piedad. Ni a ella ni al empleado. Se fue como llegó: sin decir una sola palabra. Y además con la mochila cargada de una suma millonaria.
“Sé que me voy a curar, y agradezco a Dios que me dio una nueva vida, porque si me pegaba en el estómago hoy no la podría contar”, concluyó.
El ladrón llegó hasta el depósito en una moto Honda que había robado el domingo, también a mano armada. Escapó hasta el Barrio San Martín, porque ahí abandonó el rodado. Se cree que tenía cómplices con quienes continuó la huida. Una prueba sería el video.